HISTORIA
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PALACIO DE LÓPEZ: PASADO HEROICO, PRESENTE DE GLORIA
Para quienes la historia tiene un valor más significativo, el Palacio de López, con más de cien años de vida, es y seguirá siendo el protagonista infaltable de los acontecimientos más importantes que envuelven a nuestro país.
El Palacio de López constituye una de las edificaciones más sorprendentes que el Paraguay heredó del siglo XIX. Su construcción se inicia en el año 1.857. El baluarte fue concebido como residencia del General Francisco Solano López, hijo del entonces Presidente de la República, Don Carlos Antonio López.
Durante su gobierno, Don Carlos trajo de Europa a destacados técnicos, a fin de llevar adelante distintos emprendimientos para la modernización del Estado paraguayo. Ingenieros, arquitectos, técnicos industriales y profesores conformaron el selecto grupo de profesionales, muchos de los cuales tuvieron activa participación en la construcción del Palacio de López.
Los primeros planos del “Palacio del General”, como fue denominado originalmente, los trazó el ingeniero austrohúngaro Francisco Wissner de Morgenstern, pero las construcciones se iniciaron bajo la dirección del arquitecto inglés Alonso Taylor.
Para el año 1867, el Palacio estaba prácticamente terminado. El Brigadier General Francisco Solano López, quien ya era primer mandatario, ordenó la ubicación de su despacho en una de las alas de la planta baja, del lado izquierdo, mirando desde la actual calle Paraguayo Independiente.
LA GUERRA CONTRA LA TRIPLE ALIANZA
La Guerra de la Triple Alianza obligó a López a abandonar la capital para dirigir las operaciones bélicas antes de habitar su residencia.
En febrero de 1868, luego de que los buques de guerra brasileños cruzaron la fortaleza de Humaitá, el Palacio fue bombardeado causando serios daños a su estructura. Las tropas enemigas, que ingresaron a Asunción en enero de 1869, saquearon sus instalaciones llevándose un valioso botín en mobiliarios y estatuas.
El lugar pasó a manos de la caballería riograndense que la utilizó de caballeriza, izando la bandera imperial en su torre.
En 1872, con la creación del Ejército de línea nacional, el lugar fue abandonado.
Durante el gobierno de Juan Gualberto González (1890 – 1894), la majestuosa construcción se convirtió en patrimonio nacional y se ordenó su recuperación, para luego constituirse en sede del Poder Ejecutivo.
Los trabajos culminaron en 1892 y el magnífico Palacio de López fue habilitado el 12 de octubre de ese mismo año, bajo la presidencia de Juan Gualberto González, coincidentemente con la celebración del cuarto centenario del descubrimiento de América.
González fue depuesto en 1.894, sin instalar sus oficinas en el edificio. Su reemplazante, el vicepresidente Marcos Morínigo, tampoco concretó la idea de su antecesor.
Recién el General Juan Bautista Egusquiza convirtió al Palacio de López en sede del Gobierno Nacional, el día de su asunción, el 25 de noviembre de 1894.
Fuente: Gaceta Oficial. Año 1993